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Mostrando entradas de mayo, 2020

"Mujeres de papel"

Ambos dibujos fueron realizados el 20 de julio de 1995.

No se puede estar en el campanario y en la procesión.

¡Vive!

El día te expone para que aproveches sus dones. Disfruta cada día y ofrece a todos simpatía. Procura ser activo y vencerás lo negativo. Siéntete bien con lo hecho; digno, vital y satisfecho. Vive con entusiasmo y lima lo vil de tus rasgos. Haz feliz a la gente y trata de ser indulgente. Lucha día tras día por reforzar tu valentía. Pelea por tus metas; haz un esfuerzo y concreta. Habla siempre que debas pero no hasta cuando puedas. Sé cauto y preciso; mas, arriesga en el compromiso. Vive con tus valores, tus virtudes y tus dones. El éxito es interno; no en las rosas ni en lo moderno. Alienta a tus iguales y lograrás que sean geniales. Expresa tus ideas; mas, escucha a tus colegas. No dudes en decidir, que el tren no espera al versátil. Que el miedo no te abrace, pues, ahondarás en el escape. Vive con todo amor y deja que hable tu corazón. Ponle fe a tus sueños y dale vida a lo pequeño. Si obras con...

¡Ayudar nutre el alma!

No puede existir felicidad completa si no colaboramos solidariamente (de manera material o espiritual) con quienes nos rodean o con quienes ni siquiera conocemos. Eso es solo un detalle. En la acción está el valor de la virtud. Ayudar es una hermosa cualidad del ser humano.

"Siempre es mejor creer que se puede".

Aquella época de chinchón en el barrio y alrededores

Entre los años 1997 y 2015, aproximadamente, vecinos de la zona del Cuarto Cartel nos reuníamos a diario en casas de familia para compartir algo más que jugar al popular entretenimiento de cartas. La jornada comenzaba a la siesta y culminaba, generalmente, en la misma tarde. También, en otras ocasiones, empezaba por la noche y continuaba por la madrugada. Fue una época inolvidable. Personas de distintas generaciones, en su mayoría mujeres, se daban cita para darle rienda suelta al divertimento, pero también se charlaba del quehacer diario, de las penas, alegrías y temas en general. Se jugaba con dos mazos de cartas, con sus populares “monitos” (comodines), que todos queríamos ligar. Causaba una alegre y aliviadora sorpresa “robarlo” porque ayudaba mucho a crear juegos o a “cortar” inmediatamente. Y, se jugaba por dinero, claro, uno de los atractivos innegables. Durante mucho tiempo se apostaba 1 peso, la "entrada”, y 50 centavos, el “gancho”, que eran indefinidos ha...