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Mostrando entradas de diciembre, 2024

¿Qué significa hacerme cargo de mi vida?

-Significa que tenemos que iniciar un camino interior profundo de autoconocimiento; descubrir qué información contiene nuestro sistema de creencias. Debemos revisar todo lo que hemos ido absorbiendo como supuesta verdad y comprobar, justamente, si eso que pensamos realmente nos hace bien, nos satisface, nos conduce hacia un camino de superación o, si, por el contrario, vivimos en un permanente autoengaño. -Significa que tenemos que reaprender todo y mantenernos en sintonía permanente con nuestros pensamientos, dado que los mismos permiten crear nuestros sentimientos y nuestra realidad. -Significa que debemos reconocer nuestros puntos fuertes y, especialmente, los débiles. Aceptar que tenemos imperfecciones, malos hábitos, conductas inapropiadas y revertir esto paulatinamente. También es necesario ir desintegrando nuestros prejuicios o preconceptos. -Significa que tenemos que asumir nuestra plena responsabilidad por la vida que llevamos adelante, con sus respectivas consecuencias. Y est...

Panaderos de Gualeguay

Cada 4 de agosto se celebra el Día Nacional del Obrero Panadero, en conmemoración al 18 de julio de 1887, fecha en la que se fundó en Buenos Aires la Sociedad Cosmopolita de Resistencia y Colocación de Obreros Panaderos, el primer sindicato de esa profesión del país. Comparto unas imágenes y copete, que se difundieron en la cuenta de Facebook: Yo nací en Gualeguay Entre Ríos, donde se reflejan trabajadores del rubro en sus carros, tirados a caballo. Esta modalidad de comercialización se realizó hasta hace unos 30 años atrás, aproximadamente.

Asel Bichilani por Viviana Arreghi

Es muy interesante entrar en ciertos lugares de la nota: “¿Quién es Asef Bichilani? Esto parece el comienzo de un cuento, de uno de esos cuentos intrascendentes, con que se llenan huecos en revistas y diarios, pero Asef Bichilani, no es un producto de la imaginación; vive, trabaja, sueña y pinta; pinta en las poquísimas horas que su trabajo le deja libres, porque Asef es un muchacho pobre, pobre y bueno, que vende verduras diez horas diarias, que tiene la casi responsabilidad de un hogar, sobre sus juveniles espaldas, y un alma grávida de sueños, que se marchitan en la vana esperanza de un milagro, de ese milagro que le permita cristalizar esos sueños, un puñado de dinero, nada más… Es realmente notable la voluntad de este artista de alma; arde una llama sagrada en su espíritu; hace tiempo que sus telas están llamando la atención, lo que es mucho decir en un ambiente cerrado a las manifestaciones del arte como es el nuestro, es decir, para el arte que se manifiesta como fruto del pue...

Una breve mirada sobre los espectáculos, las compañías y el público en Gualeguay a principios del siglo XX

1. De empresarios y compañías Si bien podría pensarse que va de suyo, no es superfluo recordar aquí que el funcionamiento de salas de espectáculos en ciudades pequeñas como Gualeguay o San Nicolás (15.801 y 19.085 habitantes, respectivamente, en 1914) no es comparable con el que podía darse, por ejemplo, en Rosario, que, con más de doscientos mil habitantes y 41 % de extranjeros, se hallaba en plena expansión y podía encontrar público para no uno, sino cuatro teatros que ofrecían espectáculos de ópera a la población. No menos cierto es que incluso esos teatros tuvieron dificultades para sostenerse[2]. Algo que no resulta sorprendente si pensamos que, a principios del siglo xx, Madrid, con casi seiscientos mil habitantes, no lograba reunir público suficiente para hacer rentables los espectáculos en dos importantes teatros como eran el Princesa y el Español. En Madrid el público no se renueva. Una obra, por mucho éxito quo logre, sólo puede verla dos, a lo sumo tres veces, el mismo p...