En los últimos dos años y medio se instalaron numerosas
antenas 4g, 4g plus y 5g en todo el mundo. Los políticos deben saber que estos
artefactos generan un campo electromagnético de alto impacto negativo para la
salud. Generan malestar general, como dolor de cabeza, fiebre, descompensación, etc. En otros casos también pueden provocar cánceres, accidentes cerebros vasculares y paros cardíacos.
¿Y por qué o para qué instalan estas antenas?
Por negocio y por otros intereses oscuros que tienen los que manejan las riquezas de este planeta. Las antenas 5G no mejora las comunicaciones a través de la telefonía móvil. Las antenas 5G lisa y llanamente son armas de guerra. Desde allí se irradian las ondas electromagnéticas que, si entran en contacto con los metales pesados, que pueden tener las personas en sus organismos, por distintas vías, que obviamente desconoce, pueden inducirlas a cualquier perversión, enfermedad o incluso a la muerte. Se puede hacer introducir metales pesados a través de diversas maneras; una de las más usuales y efectivas para los oscuros ha sido, en este último tiempo, mediante los inóculos contra el inexistente coronavirus, que descaradamente denominaron vacunas. Estas son terapias génicas, que ni siquiera son experimentales porque con este fin se busca probar o mejorar alguna medicación, a través de un seguimiento científico. Pero ni siquiera eso. Con estos métodos satánicos buscan reducir la población.
Es probable
que la mayoría de los políticos desconozca esta situación perjudicial para los
seres vivos que se irradia desde esas antenas. Entonces, quienes tienen el
poder económico compran voluntades, silencios e ignorancia para salirse con las
suyas.
Comentarios
Publicar un comentario