Humberto Alarcón Muñiz, Roberto Marcó y Aarón Jaján. Se aprecia el equipo transmisor y la carpa de terciopelo negro que protegía la acústica. Mientras buscaba datos sobre la confitería El Águila llegué hasta el señor Aarón Jaján. Mis preguntas tuvieron respuesta, pero en la charla comenzaron a surgir pistas de otros recuerdos. En la memoria los hechos se encadenan, a veces por pertenecer a una misma sintonía, otras porque simplemente se tensó el hilo maravilloso del recuerdo, y es entonces cuando arroyos impensados pueden volver al río. Jaján nombró la Difusora Popular. Quien recuerda va camino a los 89 años, tiene una memoria envidiable, la voz clara, y lo impulsa una felicidad propia de los hombres que han vivido a gusto. Señaló la época. Los aparatos de radio eran costosos (se compraban en cuotas), y había pocos entre los vecinos. Junto a la radio de esos años hubo una presencia con historia: “Existió en Gualeguay el sistema de la difusora, que funcionaba a través de parlantes met...