Cuando el hombre vive su realidad se eleva, pero cuando vive el tiempo de los otros, el social, es arrastrado por las circunstancias ajenas hacia el peor de los abismos: la ignorancia, por eso te pido que dejes de vivir de acuerdo a las leyes de hombres muertos, deja de caminar entre el polvo de sus huesos, déjate guiar por el Dios que llevas dentro y todos tus momentos serán luminosos, entonces no te perderás el mundo por cuidar una casa ni la Humanidad por una familia, entonces no te separarás con una bandera sino que te integrarás con una canción.
Cuando hablo de encuentro recuerdo al viejo Simón que en silencio, absorto e inmóvil, contemplaba el grandioso amanecer del desierto mientras las cucarachas y las hormigas subían y bajaban por sus piernas.
Era tan secreta su presencia en el planeta que no existía para la sociedad, estaba tan solo como libre en el mundo. Sabía que la puerta del Cielo está en todas partes pero sólo se puede abrir desde dentro, sabía que la ciencia confirmará a los antiguos maestros y que todos terminaremos soñando lo mismo. En el sueño nos dejarán las órdenes de vida, será el último mensaje antes de la desaparición o la salvación.
Cada vez que nos besemos nos quedará una marca para que no olvidemos el mensaje. Esto sucederá cuando seamos seis mil millones de seres humanos, que es hasta donde el planeta puede soportar. Los datos para sobrevivir nos llegarán del futuro porque todo lo que supera la velocidad de la luz va hacia el pasado.
Algo se ordena cuando canto, algo comienza a armonizar dentro de mí con un misterioso orden dinámico que nunca se detiene, que siempre se renueva, como la poesía, algo que me confirma que por fin vamos hacia la luz.
Creo que mis canciones estaban desde antes de mí, que yo las visito en este presente donde el azar nos junta (muchas fuerzas dispersas se juntan en este momento, por eso siento esta plenitud que me confirma que estoy en el centro de la vida)
Tu cabeza enferma a tu cuerpo porque trabaja en contra de tu espíritu. La mejor influencia es la que te lleva a encontrarte contigo mismo. Ponle fecha al sueño para que se pueda realizar. Gozarás la riqueza sólo cuando la hayas producido y la felicidad sólo cuando la hayas compartido.
Venera al labrador abnegado que trabaja la tierra para el pan nuestro de cada día y al poeta que cultiva al espíritu donde la vida es una maravilla eterna. Si la llama de la vida no consume el amor, te consumirá a ti (el que camina sin amor es un muerto que camina porque el amor es la vida).
Autor: Facundo Cabral.
Autor: Facundo Cabral.
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