Fútbol femenino:
Cuestionan la organización y exigen
que
se incorpore la disciplina en los
clubes
Como
ocurre en muchas partes, hace un tiempo el fútbol femenino viene teniendo un
importante auge y nuestra ciudad no es la excepción a este fenómeno. Cada fin de
semana decenas de mujeres de diversas edades se calzan los “cortos” para dar
rienda suelta a la pasión por este deporte.
En
2014 se creó una liga, que si bien no es oficial, es el ente que organiza los
torneos locales. Sin embargo, no son pocas las críticas que recibe por parte de
algunas jugadoras porque dicen no sentirse representadas y porque
entienden que la organización no las favorece. También se exige que los clubes
de la Liga Departamental de Fútbol Gualeguay incorporen el fútbol femenino y se
realicen torneos oficiales. Vale decir que cada federación y liga del país
cuentan con autonomía propia, es decir tienen la facultad de elegir si
incorporan o no esta disciplina. En nuestro medio, esta propuesta por el
momento no tendría un curso viable para concretarse.
Dialogamos
con dos jugadoras locales, Alma Morales, de 30 años, y Analía Sánchez, de 35,
que contaron las experiencias en sus comienzos en la actividad futbolística y
también se refirieron a los cuestionamientos anteriormente mencionados.
¿Desde cuándo juegan al fútbol y
cómo era la reacción de la sociedad con respecto a las mujeres en este deporte?
Alma Morales:
Juego desde los 10 años de edad, ahora tengo 30. En ese entonces estaba mal
visto, si jugabas al fútbol eras una marimacho, o esto o aquello, pero como
jugaba bastante bien y resultaba simpática porque los “pasaba” a los chicos.
Pero ahora, en estos tiempos es algo más natural ver a una mujer jugar a la
pelota. Como siempre jugué con mis hermanos, entonces, para mí era algo normal
para mí jugar al futbol.
Empecé
a jugar en la liga local en el 2014 y lo hice hasta el 2017. Jugaba en Bancario
pero por malos entendidos y por no haber una norma común que nos defienda a las
mujeres, dejé de jugar. En realidad, había malos manejos. El futbol sigue
siendo totalmente machista porque está manejado por hombres. No tenemos voto.
Tenemos un director técnico pero ellos en las reuniones hacen lo que a ellos
les conviene.
Analía Sánchez:
Juego desde los 12 años. Empecé haciéndolo en Puerto Ruiz donde nos juntábamos
siete varones y tres mujeres, y siempre faltaba alguien para jugar. Entonces
nos sumábamos y nos divertíamos sanamente. Nunca sentí que jugar al fútbol
fuera algo discriminatorio; al contrario, sentí compañerismo por parte de los
varones.
Luego,
formamos un equipo con 5 ó 6 chicas y jugábamos en Sportiva. Después conocí a
unas chicas de apellido Palacios, que jugaban en El Progreso pero luego pasaron
a San Lorenzo. Ellas eran 4 ó 5 y decidimos unirnos y crear Unión de Gualeguay.
Ingresamos
a participar en la Liga de Fútbol Femenino que se conformó en Gualeguay.
Jugamos dos o tres años pero luego por manejos que nunca nos gustaron,
decidimos bajarnos y no jugar más en la ciudad. Vemos que siguen pasando las
mismas cosas. Es decir no hay cambio ni actitud de querer cambiar para el bien
del fútbol femenino. No te sentís respaldada. Es como que hay un acomodo para
cierto lado. Fue así que decidimos bajarnos e irnos a jugar a la liga de
Gualeguaychu, y nos fue bien. Luego se sumó Libertad. Ganamos dos torneos.
Unión ahora no está jugando en ninguna liga.
¿Qué posibilidades existen de que se
forme una liga oficial?
Alma Morales:
me enteré que este año, por disposición de la AFA, cada club debe tener futbol
femenino obligatorio. Acá todavía no se implementó y queremos que en 2019 se
concrete como ocurrió en Gualeguaychú. No es fácil organizar fútbol femenino de
un día para el otro y a la vez no vemos mucho movimiento de los hombres para
que eso suceda.
Analía Sánchez:
nos gustaría que nos dieran un poquito más de importancia, que se nos valore.
Entusiasmo y ganas de jugar nos sobran, pero también queremos que se organice
algo lindo y algo como tiene que ser.
Alma Morales:
sería ideal que la Liga Departamental se organice para que el torneo oficial se
inicie el año próximo. Además nos estamos quedando atrás en relación a
Concepción del Uruguay y Gualeguaychú, donde ya realizan torneos oficiales.
Gualeguay, en este sentido no avanza, nos quedamos en un pozo, siendo que es
una ciudad que puede dar mucho más. Queremos que se hagan torneos que sean bien
organizado y con objetivos claros, con reglas establecidas por una liga
oficial.
¿Cuentan con el apoyo familiar?
Alma Morales:
cuando empecé a jugar en el 2014, iba a apoyarme toda la familia. Somos 6
hermanos más mis cuñados y amigas del colegio. Cuando empecé a jugar en la liga
local era lindo el ambiente pero luego se fue desfigurando y dejé de jugar.
Tengo una familia muy futbolera y es lo que más nos gusta a mí y mis hermanos
es el fútbol, justamente.
Analía Sánchez:
Sí, tengo apoyo de mi familia. Mi hijo que tiene 12 años y siempre que iba a
jugar lo llevaba conmigo a las canchas. Creo que ahora se ve como algo natural
al fútbol femenino, que además convoca a una gran cantidad de aficionados,
especialmente a la familia.
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