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Thomas Cowan entregó su licencia médica en diciembre de 2020. |
En principio, comentó: “Puedo decirles algo en relación a este Coronavirus. Cuando conozcan la obra de Rudolf Steiner tendrán las respuestas, pero necesitan capturar los detalles. En 1918, después de la gran pandemia de la Gripe Española, se preguntó Steiner, a qué se había debido aquello. Y él contestó: los virus son simplemente la excreción de una célula intoxicada. Los virus son trozos de ADN o de ARN o de alguna otra proteína que se han expulsado de las células. Se manifiestan cuando las células están envenenadas, no son la causa de nada. Y la primera manera que se me ocurre de animarles para que reflexionen sobre esto es que, imaginen que son especialistas en delfines y que han estudiado los delfines del Círculo Polar desde hace cientos de años, o por lo menos durante un largo período de tiempo, y los delfines están bien. Luego, de repente los llaman a ustedes y le dicen: 'Casi todos los delfines están muriendo en el Círculo Ártico, podrías venir a investigarlo'. Y, ¿cuántos de ustedes dirían quiero estudiar al delfín para conocer su genoma? Nadie, porque es una estupidez. ¿Cuántos de ustedes dirían que quieren verificar si tal o cual delfín es portador de un virus que sería contagioso que se trasmite a los demás delfines enfermándolos? ¿Cuántos de ustedes dirían, no será que están envenenando el agua? Todos, porque eso es lo que ocurre: las células se encuentran intoxicadas y ellas intentan limpiarse excretando residuos que nosotros denominamos virus”.
“Si
estudian las teorías actuales de los virus, que se denominan exosomas, la
última conferencia del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos, que habla
de la complejidad de los virus constatarán que se corresponden totalmente con
las teorías actuales sobre lo que son los virus. De niño, y a medida que me
hacía mayor, tuve un dramático ejemplo de ello: fuera de mi casa hacia la derecha
había unos pantanos, estaban llenos de ranas y me despertaban por la noche. Yo daba
golpes en los cristales en primavera, hacían un ruido estantoso y con el tiempo
todas las ranas fueron desapareciendo. ¿Cuántos piensan que las ranas tenían
una enfermedad genética? ¿Cuántos piensan que las ranas tenían virus? ¿Cuántos
piensa que alguien hecho DTT al agua? Y esto fue lo que pasó: las enfermedades
son una intoxicación. Entonces, ¿qué es
lo que pasó en 1918? cada pandemia de estos 150 años se corresponde a un salto
cuántico en la electrificación de la Tierra. A finales del otoño de 1917 se
introdujeron las ondas de radio en todo el mundo. Cuando se expone a cualquier
ser vivo a un nuevo campo electromagnético se les envenena, unos cuantos mueren
y unos más empiezan en una especie de inactividad y lo interesante es que viven
algo más de tiempo, pero enfermos. Y, con la segunda Guerra Mundial se inició
una nueva pandemia con la introducción de radares en toda la Tierra envolviendo
a esta con campos electromagnéticos emitidos, precisamente, por los radares. Era
la primera vez que los seres humanos se veían expuesto a algo así.
En
1968, hubo la gripe de Hong Kong, era la primera vez que la capa protectora del
Cinturón de Van Allen, cuya función es la de integrar los rayos cósmicos, procedentes
del Sol, de la Luna, de Júpiter, etcétera, y distribuirlos a todos los seres
vivos terrestres, pues en dicho cinturón se colocaron satélites que emitían
frecuencias radioactivas. Al cabo de seis meses se produjo una nueva epidemia
viral, ¿por qué viral?, porque las personas que fueron intoxicadas expulsaron
toxinas parecidas a los virus. Las personas pensaron que se trataba de una epidemia
de gripe. En 1918, el Ministerio de Sanidad de Boston, decidió analizar el
carácter contagioso de una epidemia. Lo crean o no, tomaron a cientos de
personas que tenían gripe, les extrajeron las mucosidades de la nariz y se las
inyectaron a sujetos sanos, que no tenían gripe. Y ni una sola vez lograron hacer
enfermar a aquellos sujetos sanos. Repitieron la práctica una y otra vez, pero
no lograron demostrar el contagio. Incluso, llegaron a hacerlo con caballos, que
supuestamente le habían detectado la Gripe Española, les colocaron sacos sobre
las cabezas y el caballo estornudaba en aquellos; luego, llevaban el saco con
el estornudo al caballo siguiente que no estaba enfermo y no caía enfermo. Todo
esto lo pueden leer en un libro que se llama ‘El arco iris invisible’, de
Arthur Robert Firstenberg. Él realizó una cronología de todas las etapas de
electrificación de la Tierra y de cómo al cabo de unos 6 meses se producía una
nueva pandemia en todo el mundo. No hay otra explicación. ¿Cómo podría,
entonces, propagarse (un virus), desde Kansas hasta Sudáfrica en dos semanas?
De modo que en todo el mundo se manifiesten síntomas a la vez, a pesar de que la
forma de transporte era en caballo y en barco. Es algo que ellos no pueden
explicar. No sabemos cómo se produce, fue la conclusión de aquella prueba. Pero
si se paran a pensar en ello todas esas ondas de radio y demás frecuencias que
algunos de ustedes llevan en el bolsillo o tienen en la mano (refiriéndose a
los teléfonos celulares) puede enviar una señal a Japón y llega al instante. Por
lo tanto, aunque no crean que existe un campo electromagnético que interconecte
al mundo en pocos segundos, no hace falta discutirlo, es un hecho que
experimentamos a diario.
Y,
acabaré añadiendo que, en estos 6 últimos meses, se ha producido un dramático
salto cuántico en la electrificación de la Tierra. Estoy seguro que muchos de
ustedes saben de qué se trata: se llama 5G. Habrá unos 20.000 satélites que
están emitiendo radiaciones como aquella que se emite dentro de sus bolsillos o
en sus manos y que ustedes están utilizando continuamente. Esto no es algo
compatible con la salud. (El celular) Es un aparato que desestructura el agua y
si, entre ustedes, alguien considera que nosotros no somos seres eléctricos,
sólo somos materia física, entonces no se molesten en pasar un electro-cardiograma
o un electro-encefalograma o una prueba de conducción nerviosa, porque somos
seres eléctricos y los productos químicos no son más que los residuos de estos
impulsos eléctricos.
Y
para finalizar, una adivinanza: ¿dónde se encuentra la primera ciudad del mundo
totalmente cubierta totalmente por la 5G? Wuhan”. Así pues, cuando empezamos a pensar en todo esto estamos en una crisis existencial, aquí y ahora, de una magnitud tal que los seres humanos nunca ha visto.
“La
puesta en órbita de miles satélites en la propia capa protectora de la Tierra y esto se relacionan con las vacunas. Esto me atañe
porque hace un año tuve un paciente en plena forma, que practicaba surf, era
técnico electricista, que instalaba sistemas wifi para gente rica. Esta profesión
tiene un alto índice de mortalidad; a pesar de todo él, se encontraba bien, pero
un día se rompió un brazo y le tuvieron que colocar una placa metálica. Tres meses
después no podía salir de la cama, tenía arritmia y agotamiento total. Nuestra estabilidad
funcional depende de la cantidad de metal que tengamos en el cuerpo, así como
la calidad del agua de nuestras células. Por ello, si empiezan a inyectar
aluminio a la gente, se vuelven receptores, que absorben de forma amplificada los
campos electromagnéticos y esto es un perfecto caos, que puede explicar el tipo
de dolencias que nuestra especie experimenta en la actualidad”.
“Quiero terminar con una cita de Rudolf Steiner, de 1917: ‘En la época en que no había corriente eléctrica, cuando el aire no estaba sometido a influencias eléctricas era más fácil ser humano. Por esta razón para poder ser enteramente humanos es necesario desarrollar capacidades espirituales mucho más fuertes que las necesarias hace un siglo. Es así que dejo este consejo: hagan lo posible por desarrollar sus capacidades espirituales pues es verdaderamente difícil ser un ser humano en nuestros días’.
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