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En el inmueble funcionan: una oficina de Anses, un gimnasio y una iglesia evangélica. |
Y don Salvador, durante 35 años, cumplió la función de cajero, en la cual recibía la recaudación de las ventas del día y era quien registraba esas operaciones. En la entrevista, nos cuenta algunos detalles del día a día en épocas donde el tradicional comercio recibía numerosos clientes de la ciudad y de distintos puntos de las zonas rurales. "Cassa Bisso" estaba ubicada en zona céntrica de la ciudad y ocupaba prácticamente una manzana de extensión: Ayacucho, Palacios, Federación y Segundo Gianello.
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Salvador Ciancio. |
Salvador Ciancio: “Casa Bisso” en su momento era como lo que en la actualidad es un supermercado. Es decir, teníamos de todo, desde un tornillo hasta un tractor; además se realizaba acopio de cereales en el galpón que estaba ubicado cerca del ferrocarril. Originalmente, Casa Bisso hacía entrega de comestibles y bebida, pero después se fue transformando en un comercio de rubros generales. Se ofrecían productos de ferretería, electricidad, cerámica, librería. En el sector de Raúl Viviani había tractores, repuestos, materiales y después teníamos un sinfín de cosas: porcelana verbano, tsuji eran algunos de los productos de "Casa Bisso". Lógicamente, que también se ofrecían materiales para la construcción.
Me acuerdo de Pablo Piaggio, en el sector de electricidad, y él luego se inició en el emprendimiento “Piaggio Hermanos”.
Tal vez hago mal en recordarlo, pero José Bogdan, prácticamente, se inició en su emprendimiento de transportes con nosotros porque él realizaba numerosos viajes con productos para “Casa Bisso” y fue así que fue uno de los principales que nos ayudaba a traer la mercadería.
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Calle Ayacucho era el lugar de ingreso de la antigua "Casa Bisso". |
Salvador Ciancio: Muchos de los clientes provenían del campo. En Gualeguay, “Casa Bisso”, era el lugar ideal de compra. Recuerdo que se hacían 800 operaciones de ventas diarias. Se hacían colas para comprar, pagar y retirar la mercadería de empaque.
¿Cuál era su función en la empresa?
Salvador Ciancio: Yo empecé a trabajar como cajero. Terminé de realizar el servicio militar, a los 20 años, y cuando arribo a la empresa la función de cajero la realizaba Julio Chevasco, pero él se fue y creó su emprendimiento “Chena”. Entonces, ocupé ese puesto desde ese momento y mantuve durante 35 años. Había dos cajas, una a cargo de Oscar Meo, en la parte de repuestos y la otra caja, a cargo de Nélida Fernández (Nélida Baucero -apellido de soltera-, fue una de las primeras que yo conocí). Y, yo recibía la recaudación de ambas cajas para luego registrarlas. Había un contador en “Casa Bisso” pero se retiró y yo cumplía esa función. Yo tenía que hacer todos los cheques, que Bisso firmaba, para que abonarles a los proveedores.
¿Quiénes eran los dueños de la empresa?
Salvador Ciancio: El equipo directivo que conocí en ese momento estaba integrado por Carnevale, Plazaola, Andrés Solari, Augusto Bisso y Osvaldo Bisso. Esos eran los integrantes de la sociedad. Dependían de “Bisso Hermanos”, que uno era Salvador.
¿Cuántos empleados conformaban el equipo de trabajo?
Salvador Ciancio: Originalmente, éramos cuarenta y cinco empleados, después, con el correr del tiempo, el número y por las necesidades de la empresa, llegamos a ser veintisiete o veintiocho. Cuando hacía los recibos de sueldo para los aguinaldos, que se realizaban a mano, tenía que preparar noventa recibos y eso me demandaba mucho tiempo. Después, con el paso de los años, esa tarea se hacía por computadora.
¿En qué horarios se atendía al público?
Salvador Ciancio: Originalmente, se trabajaba "cortado": cuatro horas por la mañana y cuatro o cinco por la tarde. Sin embargo, en una época se trabajó en horario "corrido" por unos meses, porque el Centro Empleados de Comercio quería trabajar de esa manera. Entonces, por un tiempo, se trabajó desde la mañana hasta las 3 o 4 de la tarde.
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Ayacucho y Palacios. Por esta última, funciona una iglesia evangélica "universal". |
Salvador Ciancio: Tal como ocurre ahora, más o menos, en su época hubo conflictos nacionales como el “Rodrigazo”, que fueron afectando negativamente a la empresa y supongo que buscan recuperarse a través de créditos hipotecarios. Y, esta situación, fue generando desgaste y ajustes en la empresa y luego no se pudo sostener.
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(Foto: Santiago García). |
¿Qué significó para usted trabajar en “Casa Bisso”?
Salvador Ciancio: “Casa Bisso” me permitió vivir bien y, a la vez, conocer mucha gente. Te imaginás realizar 800 operaciones diarias, eso significaba encontrarte con una gran cantidad de personas con las cuales se charlaba bastante. En cada sector había tres o cuatro vendedores, entonces, había que moverse por todos lados, pero todo era muy lindo. Pasamos hermosos momentos, había mucho compañerismo. Éramos mucha gente, pero muy unidos. Yo siempre le decía a Augusto Bisso, por las ventas que se hacían: “usted tiene un personal muy bueno”. Él aceptaba eso y a nosotros nos daba mucha charla en un momento y reconocía a la gente que estaba a su cargo. Además, Osvaldo Bisso era una persona muy querida y muy sociable.
Recuerdo con mucho cariño a todos mis compañeros porque la verdad que éramos muy unidos y hacíamos reuniones sociales con frecuencia. Actualmente me estoy frecuentando con Teresa Ponce, que era una de las vendedoras del sector de librería. Ella es de mi edad; yo tengo 85 años. Hemos formado un grupo entonces y nos encontramos más seguido. Después los otros compañeros, los recuerdo a todos, aunque ahora no los veo muy seguido.
(Foto: Santiago García). |
¿Qué
palabras quiere expresar para el cierre de esta entrevista?
Salvador
Ciancio: Muchas gracias y deseo suerte para el diario porque se la merecen. Es
una institución que, en Gualeguay, cumple una función muy importante. Recuerdo a
(Alberto) Lagrenade, quien era una persona que trabajó mucho conmigo cuando me
desempeñaba en el Centro Empleados de Comercio y manteníamos extensas charlas.
(Entrevista publicada en el Diario EL DEBATE PREGÓN el 13 de noviembre de 2023).
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