Hoy, 9 de septiembre de 2024, estamos felices por la celebración de los 120 años de servicios prestados por el Hospital San Antonio. Esta felicidad que vivieron aquellos visionarios cuando abrieron sus puertas, se ha transportado en el tiempo a nuestros días, en cada profesional que ha cumplido sus funciones y el personal que, en su espacio de trabajo, ha dejado el corazón al servicio de la comunidad para honrar a aquellos que marcaron el camino.
Necesidad de un centro de salud
Repasando material existente de historiadores e interesados que buseando por nuestras raíces, tal como Humberto Pedro Vico, Nydia Rampoldi, Guillermo Denoni, Gastón Fleita Moreyra, diarios "El Debate", "El Entre Ríos" y bibliotecas digitales entre otros, me encontré con el denominador común de la manifiesta necesidad de la sociedad, en contar con un centro de salud acorde a los tiempos, a fines de la década de 1870.
Meses más tarde, haciéndose eco de esa situación, un importante grupo de damas se constituye en reunión el 5 de marzo de 1879 y da vida a la -Primera Comisión de Beneficencia- presidida por la señora Carmen Iñarra de Miguez a quien acompañaron mujeres comprometidas con la problemática existente.
De inmediato se conforma una -Comisión Mixta- denominada “Pro Construcción de un Hospital" la que estuvo presidida por el Dr. José María Pagola.
Rápida respuesta solidaria
La urgencia del momento era contar con el espacio físico que pudiera albergar a pacientes y los pocos elementos con que se contaba.
La respuesta solidaria no se hizo esperar y llega por medio de don Manuel Bentos Álvarez, de origen portugués, esposo de la señora Anselma Zeballos integrante de la comisión de beneficencia. Ambos ofrecen en donación una propiedad ubicada en las hoy calles, Federación y Alfredo Palacios (esquina S.E.), la que contaba con algunas habitaciones y otras comodidades.
Primera sede del hospital, en Federación y Palacios, lindante al Mercado Modelo. Se inauguró el 29 de junio de 1879. |
A la búsqueda del nuevo edificio hospitalario
Si bien los primeros pasos estaban dados, la creciente demanda de la sociedad exigía mayores servicios y más instalaciones. Es allí que la comisión de beneficencia encargó al padre Juan Vilar, a los doctores Antonio Medina y Joaquín Aguirre Zabala gestionar ante autoridades municipales un terreno para la construcción del nuevo Hospital.
El 1º de septiembre de 1896 se aprueba la ordenanza y es promulgada por el intendente Miguel Barroetaveña el día 3 de septiembre. El municipio donó el predio ubicado en el espacio denominado “Plaza de Frutos o Tablada” al norte del radio urbano de 10.000 mts2 de terreno, al que tiempo más tarde se incorporaron 13.282 mts2, alcanzando 23.282 mts2 de superficie total.
Se coloca la piedra fundamental
En asamblea del día 17 de septiembre de 1896 se conforma la comisión pro construcción del edificio, la que contó con amplias facultades para su accionar. Dos años más tarde, el 12 de octubre de 1898 en un importante acto se coloca la piedra fundamental, designando como padrinos de la misma a Doña Micaela Moreno y don Joaquín Bentos Álvarez.
A pedido del Dr. Telémaco Susini, amigo personal del arquitecto Juan Buschiazzo de alto nivel profesional en el país y el exterior realizó gratuitamente el proyecto de la obra.
Desde aquel histórico 9 de septiembre de 1904, el nosocomio ha sido uno de los centros de atención a la salud que ha prestado servicios, ya no solo para la ciudad y departamento, sino que su radio de atención ha crecido considerablemente.
En este sentido, podemos destacar, la instalación de una oficina de admisión, enfermería guardia externa, sala de guardias y consultorios externos, sala de neuro desarrollo, farmacia y kinesiología, pasaje cerrado a polivalente con material transparente y emergencia, oncología, geriatría, hemoterapia, enfermería con sala de espera, sala de salud mental, ecografía y rayos. Desde 1991 funciona el servicio de terapia intensiva dotada una decena de camas con tecnología actual, sala de tomografía, quirófanos, pediatría, neonatología, consultorio de ginecología y maternidad, servicio de mantenimiento, cocina y lavadero entre otros.
Es de destacar que la casi totalidad de las reformas, nuevas construcciones, y actualización de aparatos de tecnología, ha sido posible por el aporte del 50 por ciento que recibe la Cooperadora del Hospital, el que proviene del legado Vasallo, por la renta del campo “La Atalaya”, la sociedad local, instituciones y comercio de la ciudad, son solidarios colaboradores del nosocomio.
La administración de los recursos corresponde a la cooperadora presidida por la señora María Cristina Vieyra de Berisso, a quien acompaña un grupo de colaboradoras, que han incorporado al hospital a sus vidas. El cuidado de los recursos ha sido fundamental, solo basta con recorrer las instalaciones para apreciar en qué se encuentran invertidos los recursos que ingresan.
Feliz aniversario a toda la gente que hace posible el funcionamiento de este centro de atención a la salud. Brindemos por un hospital eterno. Felicidades.
Busto en homenaje al Dr. José María Pagola
La prensa de la época reflejó en sus páginas el justo homenaje a la memoria de un benefactor ilustre de Gualeguay, quien mereció el nombre de “padre de los pobres” porque se preocupaba por la salud de ese sector y cobraba por sus servicios profesionales.
La prensa se refería a la inauguración del monumento que en su parte superior contenía el Busto que perpetua la memoria del doctor José María Pagola en el Hospital San Antonio.
Una multitud de vecinos ocupó los jardines del hospital el día jueves 23 de noviembre de 1939, oportunidad en que la Sociedad de Beneficencia, gestora del hospital cumplía 60 años de vida institucional y le tributaba un homenaje a su primer director.
El pleno desarrollo de su actividad como médico y con 26 años de edad, recibe la invitación de su tío Martín Pagola, párroco de San Antonio, radicado en nuestra ciudad, en la que le propone a José María, se instale en Gualeguay y desarrolle su profesión de médico.
El destacado profesional fallece en Gualeguay el 1º de mayo del año 1900 cuando contaba con 72 años de edad, sin llegar a conocer tal vez, el sueño de su vida, contar con un hospital de elevado nivel para la época.
Casi 2000 personas marcharon en columna desde Plaza Constitución hasta el cementerio acompañando sus restos, donde se pudo observar a estudiantes de establecimientos educativos, miembros de sociedades argentinas y extranjeras, a lo que se sumaron vecinos que esperaban en el ingreso a la necrópolis.
Dos años más tarde, al cumplirse el segundo aniversario del fallecimiento del Dr. Pagola, se hizo entrega de medallas en un acto homenaje realizado en noviembre 1902 en nombre del pueblo de Gualeguay, que contenían en el anverso la figura del Dr. Pagola y sobre el reverso se encuentra la leyenda: el Pueblo de Gualeguay en homenaje al doctor José María Pagola.
Si bien el médico dedicó su vida a la profesión, también pensó en el desarrollo de ésta ciudad, por lo que lo llevó a ocupar dos veces la intendencia de Gualeguay.
La casa que la ciudadanía le regala a Pagola
Desde 1965, el inmueble que fuera propiedad de Pagola, es sede del Museo "Juan B. Ambrosetti". |
El Dr. José María Pagola -derecha- junto a integrantes de su familia. |
(Por Francisco “Panchi” Cosso).
Comentarios
Publicar un comentario